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dilluns, 8 de maig del 2006

Dia de la mare

Tot i que el calendari marca el primer diumenge de maig com el dia de la mare, en realitat el teu dia és cada dia, cada matí, cada tarda, cada nit, cada segon, cada instant... perquè quan una dona esdevé mare, ho és per sempre més. I ahir com cada diumenge vaig apropar-me per visitar-te, tot i que com cada cap de setmana, sempre anem amb presses i com cada cap de setmana em prometo que això s'ha d'acabar, que aquestes petites estones han de ser més relaxades i hem d'oblidar el rellotge. I ahir sí, ahir me'n vaig tornar a casa amb bon gust de boca, ahir vas riure. Feia temps que no ho feies, i jo també vaig riure, vam riure plegades, i ens vam oblidar ni que fos per un instant del nostre rol: jo vaig deixar de ser la mare i tu vas deixar de ser la filla. Per un instant tot va ser com 12 anys enrera, com hauria d'haver continuat éssent tot i no com va esdevenir. I ens vam oblidar de la ràbia cap a la vida, de la injustícia i de les limitacions. I mira que costa oblidar-se d'aquestes coses de vegades, costa oblidar-se que la vida no ha estat justa amb tu, que t'ha tractat malament, que t'ha jugat una mala passada, que t'ha col·locat moltes pedres al camí i moltes males persones. Però ahir vam riure plegades i em vaig tornar a sentir la teva filla i que tu em protegies. I penso que hauríem de riure més sovint i tornar a ser tu la meva mare i jo la teva filla, ni que sigui de forma fugissera, ni que sigui mentre dura el nostre somriure.





Aunque el calendario marca el primer domingo de mayo como el día de la madre, en realidad tu día es cada día, cada mañana, cada tarde, cada noche, cada segundo, cada instante... porque cuando una mujer se convierte en madre, lo es para siempre jamás. Y ayer como cada domingo te visité, y aunque me prometo que tengo que dejar de estar pendiente del reloj, siempre vamos con prisas cuando deberíamos relajarnos y disfrutar de esos pequeños momentos.Y ayer sí, ayer volví a casa con buen sabor de boca, ayer reiste. Hacía tiempo que no lo hacías, y yo también reí, nos reimos juntas, y nos olvidamos por un instante de nuestro rol: yo dejé de ser tu madre y tu dejaste de ser mi hija. Por un momento todo fue como 12 años atrás, como hubiera tenido que continuar siendo y no como se volvió. Y nos olvidamos de la rabia hacia la vida, de la injusticia y de las limitaciones. Y mira que estas cosas cuesta olvidarlas, cuesta olvidarse que la vida no ha sido justa contigo, que te ha tratado terriblemente mal, que te ha jugado una mala pasada, que te ha colocado muchas piedras en tu camino y muchas malas personas. Pero ayer reimos juntas y me volví a sentir tu hija, cuando me protegías. Y pienso que deberíamos reir con más frecuencia y volver a ser tú mi madre y yo tu hija, aunque sea efímeramente, aunque sea lo que dura nuestra sonrisa.


7 comentaris:

Mercedes ha dit...

Pero qué bonito. Tienes toda la razón del mundo.

Anònim ha dit...

... és ben veritat que de mare només n'hi ha una... sempre serà el pilar sobre el que ens aguantem la majoria de dones. EM pots creure si et dic que el dia que va néixer la meva filla només volia estar amb la meva mare???. Era com una mena de cordó umbilical molt intens, que no havia notat fins llavors. També en aquell moment vaig entendre moltes coses que implica el fet de ser mare.
M'agradat molt que t'hagis retrobat d'aquesta manera tan especial amb la teva marona...Petons...

Loló ha dit...

Si señor cuando se es madre , tenemos todos los hijos del mundo y no hay un amor más grande que ese..

Loló

Anònim ha dit...

Me alegro de que las dos pasarais un buen momento, el contacto con una madre es especial.

Ana María ha dit...

Cuando eres hija no entiendes muchas cosas, ni de las preocupaciones en un momento determinado, no entiendes el porqué de esa discusión-reprimenda, el porque me dirá esto, porque no me dejará esto otro, pagas con rabietas, y te sientes incomprendida muchas veces, como hija eres egoísta y no ves más allá.

Ahora sí, ahora entiendo y me pongo en su lugar y paso por lo que ella pasó y entiendo su preocupación, su entrega, su dedicación, el estar protegida permanentemente por un hilo invisible......... y todo sin esperar nada a cambio sólo cariño, amor y comprensión. Ahora entiendo lo frustrada y mal que se pudo sentir en muchos momentos, porque a pesar de tener hijos pequeños, lo empiezo a sentir.

Besicos regordicos

laura ha dit...

Gracias chicas por vuestras palabras. Mi relación con mi madre se truncó 12 años atrás por cosas del destino y en ese momento tuvimos que intercambiar nuestros papeles. Y a veces siento que ya he sido madre, su madre y esa carga me ha atormentado en muchos momentos, porque no fue mi elección.Su enfermedad lo volvió todo patas pá arriba y dejé de ser una adolescente normal, para convertirme en la cabeza de familia. Pero ahora he comprendido que tampoco fue su elección.

Mayté Bermúdez-García ha dit...

Laura, como creyente pienso que Dios escribe en renglones torcidos, que muchas veces no nos es dado a nuestro entendimiento comprender sus decisiones y las manera de llevar las cosas a cabo. Yo solo puedo decirte que Dios da hijos especiales a madres especiales, y estoy segura que Dios te elegió a tí para ser su hija y a ella para ser tu madre porque tú eres una persona especial. Si buscas dentro de tu corazón, seguro que que verás las maravillas que Dios ha dispuesto para tí, y que quizas lo que ocurrió con tu madre fue una forma de prepararte para enfrenter tu camino a lo largo de tu vida, haciéndote más fuerte ante la adversidad.

Si admites esta prueba como una forma de crecimiento para tí y no dejas que se convierta en una circunstancia frustante, seguro que más adelante encontraras el premio que te está reservado.